Justificación del proyecto
La UNESCO desarrolla alrededor de todo el mundo una tarea de asistencia técnica y acompañamiento a los sistemas educativos y las escuelas que experimentan situaciones de emergencia, ya sea por causas naturales, sociales o socio-naturales.
En los últimos años, la crisis por el cambio climático es una de las principales preocupaciones globales debido a los efectos negativos que está generando para la vida en la Tierra. De acuerdo con reportes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las causas del cambio climático se asocian, en buena parte, a la actividad depredadora de los seres humanos: la generación de energía para los edificios, la fabricación de productos de plástico, la tala indiscriminada de árboles en bosques y selvas para crear campos de cultivo y llanos para el pastoreo, el uso de recursos fósiles para el transporte, la erosión de los suelos para la producción de alimentos y el consumo excesivo de productos industriales.
Las consecuencias no deseadas del cambio climático pueden identificarse en el aumento de la temperatura promedio, la intensificación de tormentas y huracanes, la agudización de las sequías, el aumento del nivel del océano y del calentamiento del agua, la desaparición de especies, la escasez de alimentos, los riesgos para la salud, la pobreza, la desigualdad y el desplazamiento forzado de personas.
Para modificar estos pronósticos de riesgo y detener el calentamiento global antes de que alcance niveles catastróficos es necesario abordar los problemas ambientales, sociales y económicos de manera holística y eso requiere, entre otras acciones, de una educación pertinente sobre cambio climático y, en particular, que prepare a la población a enfrentar situaciones de emergencia relacionadas con amenazas climáticas.
No obstante esta necesidad, según reportes recientes de la UNESCO señalan que cerca de la mitad de los 100 países estudiados no mencionan el cambio climático en sus planes de estudios nacionales. Aunado a ello, aunque el 95% de los docentes de educación básica encuestados consideran que la enseñanza del cambio climático es importante, menos del 30% se muestran dispuestos a enseñarlo.
Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, México es uno de los países más vulnerables del mundo ante los efectos del cambio climático debido a su localización entre dos océanos, su latitud, sus relieves y la aridez del 63% del territorio. Esto, sumado a fenómenos sociales como la hiper concentración de la población, la falta de planeación urbana, la escasez de agua y la infraestructura deficiente asociada muchas veces a la pobreza, lo hacen estar particularmente expuesto a diferentes fenómenos de riesgo origen geológico, hidrometeorológico, químico, sanitario y socio-organizativo. En los últimos 30 años, los gastos por desastres han pasado de los 750 millones de pesos en 1990, a más de más de 24 mil millones en 2023.
Aunque se han hecho esfuerzos importantes para mitigar el calentamiento atmosférico el gobierno de México señala que en el país se observa que el territorio se ha vuelto más cálido desde la década de 1960; las temperaturas promedio a nivel nacional aumentaron 0.85º C y las temperaturas invernales 1.3ºC, reduciendo la cantidad de días frescos y aumentando las noches cálidas.
De acuerdo con las proyecciones para México, la mayor parte del país se volverá más seca y las sequías más frecuentes, con el consecuente aumento de demanda de agua particularmente en el norte del país y en zonas urbanas. Por otro lado, habrá regiones donde la precipitación podría ser más intensa y frecuente incrementando el riesgo de inundaciones para alrededor de 2 millones de personas que actualmente se encuentran en situación de moderada a alta vulnerabilidad, ante las inundaciones, y quienes residen en localidades menores a 5,000 habitantes, ubicadas principalmente en la parte baja de las cuencas, sumado al riesgo de deslizamientos de laderas por lluvia. A nivel costero, El aumento del nivel del mar constituye un peligro para los sectores residencial y de infraestructura asentados en zonas cercanas al mar. Por otro lado, los sectores hídrico y agrícola podrían verse afectados por efecto de la intrusión salina.
En este sentido, se requiere que las poblaciones y, particularmente las comunidades escolares cuenten con conocimientos y herramientas relacionadas con Educación para Situaciones de Emergencia (EeE) por cambio climático que les permitan prepararse, atender y recuperarse ante eventuales riesgos de desastre.
Considerando la Hoja de Ruta 2030 de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) y la Meta 4.7 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, la Oficina de la UNESCO en México, efectuará un análisis sobre los avances de la EDS en México, el cual buscará identificar las áreas de mejora del Sistema Educativo Nacional en esta materia, de cara a los compromisos del país en el periodo 2025-2030.
Asimismo, en este marco, se sumará a los esfuerzos que llevan a cabo las autoridades educativas del estado de Tabasco, las autoridades municipales de municipios costeros de la entidad y la empresa energética italiana Eni a fin de fortalecer a las comunidades escolares de la región en temas de EeE por cambio climático.
Objetivo general de la consultoría
La persona consultora deberá apoyar a la Oficina de la UNESCO en México en la tarea de analizar la situación de la Educación para el Desarrollo Sostenible en México, identificar áreas de mejora, proponer recomendaciones en el marco de la Agenda 2030, así como diseñar, implementar y dar seguimiento a las herramientas de Educación para Situaciones de emergencia por cambio climático que contribuyan a fortalecer las capacidades de las escuelas asentadas en las zonas costeras, a fin de que estudiantes y docentes sepan prepararse, atender y recuperarse ante eventuales riesgos de desastre.
Requisitos mínimos:
Especialistas con grado universitario en pedagogía y/o ciencias, ciencias de la educación, sociología, humanidades, ciencias naturales, o ingenierías en ciencias ambientales.
Experiencia: